Necesito que lo sepas, darte todo lo que
soy... Sirena de verdad, en la mar, con mi cola de pez... Luego me hice mujer
—concluye con un suspiro. Ya está, es irremediable. ¿Ha hecho bien? Trata de
interpretar la expresión de ese rostro, a contraluz de la ventanita.
El hombre al principio sólo había recogido en su
oído la miel de la voz. Ahora ha captado el sentido y reacciona en tono
alerta, incrédulo.
—¿Cómo has dicho?
Aún podría ella echarlo a broma. Pero ni se le
ocurre. Rápidamente, en pocas palabras, explica que lo había olvidado, que
por eso no sabía de su infancia, pues no la tuvo.
El hombre se incorpora sobre el codo, inclinado
hacia el cuerpo tendido a su lado. Clava la mirada en esos ojos, ahora un poco
asustados, implorantes. El pecho viril se acerca y oprime suavemente el seno
derecho; la boca bajo el bigote desciende a los labios desnudos, se demora en
ellos un cálido instante, sin penetrar con la lengua, solamente rozando con ternura:
—En ti todo es posible... Tenía que ser así.
Ella teme que él lo tome todavía en sentido
figurado. Insiste, aporta detalles: el tiburón y las morenas respetándola, su
marca a fuego y sus cicatrices desapareciendo, sus aciertos en la mar, su resistencia
bajo el agua... El hombre siente verdaderas sus palabras; no duda de que ella
está convencida. ¡Pero es tan increíble! Acepta las palabras aunque lo
prudente será seguir averiguando.
—¿Por qué dejaste de serlo? ¿Te castigaron los
dioses?
—¡No, se lo pedí a Afrodita y me lo concedió!
Conocí a los hombres viéndoles coger coral, supe cómo eran, descubrí que
ellos vivían, vivían más que yo, y preferí ser mujer... —baja la voz,
acerca su boca al hombre—. Les vi amándose, como nosotros anoche, como hace un
rato. Quise vivir ese amor. ¡Y por fin lo he logrado! ¡Ahora! ¡Con tu amor
único me has hecho recordar!
El hombre piensa en quienes la gozaron antes y ella
se da cuenta por la incertidumbre en los ojos que la miran. Protesta:
—¡No pienses en otros; nunca fue como ahora! Si
hubiera sido así, yo hubiera recordado mucho antes. ¿Comprendes? ¿O crees que
mentía cuando te decía haber olvidado mi pasado?
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