20 d’octubre del 2016

Una altra versió de les Variacions Goldberg de Glenn Gould




“Encorvado, siempre ensimismado, canturreando, el pianista canadiense rompió con su excéntrica personalidad las leyes que hasta entonces marcaban la pautaestética y escénica de los concertistas. Subía al escenario con el frac arrugado bajo una o varias bufandas, abrigo y mitones. Dejaba sus manos a remojo durante veinte minutos antes de tocar y siempre evitaba el contacto físico (a lo Howard Hughes) con extraños. Huía de la fama, de su público, y sólo encontró respiro en las herméticas salas de grabación.”

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